Esta pregunta se la suele hacer la mayoría de la gente que empieza a correr. Y debo de decirte que sólo con esta pregunta ya has hecho parte del recorrido.
Bien, ahora que estás decidido a empezar no cometas el error que comete la mayoría de las personas y que les obliga a parar y en consecuencia volver a estar en el mismo punto del principio.
El mayor error es pasar de 0 a apuntarte a una 10k sin previo aviso para la próxima semana. Y pueden pasar 2 cosas:
1- Acabarás, sí. Pero no lo disfrutarás, la agonía que sentirás hasta llegar a meta hará que probablemente digas que no te gusta correr cuando permítemelo, puede que no sea del todo cierto si no que has hecho un esfuerzo sobrehumano en tu caso.
2- El punto anterior es el mejor de los casos. El segundo es que además hay unas posibilidades muy amplias de que sufras alguna lesión por no tener unos tejidos (músculos, tendones, etc). Lo suficientemente preparado como para ese esfuerzo.
Dicho esto, debes entender esta CLAVE: “Me pongo en forma para correr, no corro para ponerme en forma”.
Y te matizo, claro que no está mal correr. Está mal correr por encima de tus posibilidades en ese momento.
Dicho esto y para que te lo puedas llevar a la práctica. Si nunca has corrido empieza con este protocolo:
25 minutos totales = 3’ caminando rápida + 2’ trotando lento
Así hasta completar los 25 minutos propuestos.
Deja 2 días de descanso y vuelve a repetir.
La semana 1, hazlo 2 veces.
La semana 2, hazlo 3 veces.
La semana 3, hacemos 2’ caminando rápido + 3’ trotando lento
Y de esta forma vamos progresando hasta poder correr la distancia o tiempo deseado. Así toda la musculatura de va adaptando a esos nuevos estímulos a la vez que le damos tiempo a recuperarse y en consecuencia, MEJORAR.